viernes, 30 de enero de 2015

S.

Comencé a divisarte desde el comienzo de la calle, pintada de naranja como es su costumbre. Tu cabeza tan revuelta como en todo el anaquel, terminó por parecer un golpe de suerte.
Miraba por la ventana y contemplaba tus fotos, no hice otra cosa que esperarte, como siempre, sin reproches. Te esperé y no llegaste. Probablemente sólo se quede ahí.

sábado, 10 de enero de 2015

Frío.

Eres como mi estación del año preferida. Siempre me alegra verte al entrar con ese esplendor tan tuyo, haciendo tan imposible que pases desapercibido. Me llegas por las extremidades y entras a mi pecho, doliendo, con frío para que te arrope. Me calas en los huesos y en la sangre, me congelas al escuchar verdades ocultas, mentiras piadosas, palabras que se pierden e ignoro...
Puedes hacerme daño cuantas veces quieras, quebrarme y hacer de cuenta que te importo un carajo, pero siempre regresas, siempre lo harás,  porque fuimos tan impacientes que nos fragmentamos, tantos jirones que la probabilidad cae por su cuenta.
Perdona mi egoísmo y mi falta de cordura, he tratado de engañarme y he caído. Aún lo recuerdas?  Todas las vías se juntan en algún sitio, en algún momento, en alguna estación. .

viernes, 9 de enero de 2015

Be-lle.

Hoy me gustaría ser tan bella para ti, de una manera cautivadora, hipnotizante, que traspasara los ojos de cualquier mortal sin siquiera decir palabra alguna. 
En este día podría ser aquel amor que idealizaste cuando aún te sentabas a esperar a tu madre en la escalera, cuando todo era tan grande y sorprendente.
No sabría qué tanto he soñado desde siempre, desde que era tan mágica como la misma luna, cuando con solo existir imponía esa clase de cosas que sólo se sienten con un gran amor.
Nunca podrás imaginarlo cariño, ni siquiera yo.

lunes, 5 de enero de 2015

La constante lucha contra el mundo, la vida diaria, tus ojos, la luna y mi propio interior tratan de cercenar lo poco de que me queda por dar, de lo tanto con lo que nací. Calla mis ojos y mis manos pero mi voz nunca lo hará, por más que quieras o querramos, habría dr aceptarlo de ser verdad y al caber esa posibilidad me abro paso a la nada y me pierdo.
Oh cariño, lo que hago es tan imbécil que no merecería un beso de tu boca sin antes implorar que olvides todo eso y todo esto, que regresen las palabras que te faltan.