Vivo presa de mis propios miedos, mis ansiedades, incluso de mis fortalezas. Tengo el alma pendiendo de un hilo por decisión propia y eso no llega a parecerme negativo. No tengo las soluciones claras, pero nadie más podría dármelas, tendría que buscar en mi muerte tratando de encontrar la vida y tomar la integra postura de ser firme y no desistir. Me refugio en las banalidades de la vida sin depender de ello, buscando deshacerme de la percepción de la horrorosa "realidad" tratando de buscar un sentido propio, con luz propia. Padezco de aquello que la gente evita basados en la superstición de que la vida es perfecta al no sentir dolor, pero no se dan cuenta de lo que encontrarán dentro de esto..ni si quiera yo.
Solo algo tan esencial e imprescindible podría ser más importante, se compone de cuatro letras y tú eres eso.