Por más que lo intento nunca sacio mis ganas de ti, mi hambre por tus besos, tu cuello y el recorrido que realizan tus manos, las mías, entrelazadas, sin pudores. Por más que lo pienso siempre puede ser perfecto y congelarse ese momento, porque no es la fecha ni el lugar, si no tú, tu ser, tu esencia, tu olor.