Siento sus confabulaciones, sus intenciones susurrar en mi oído que hoy no es mi día, que nunca es mi tiempo y que cuando abra los ojos me encontraré tan sola, tan enajenada de todo, que no podré llamarte más desde mi ventana, que no te importa que te escriba más cartas como esta y que solo son letras malditas que no hacen sino ahuyentar a cuanto me lee.
¿Qué pretendes luna?
Es evidente que muchos jamás se darán cuenta que hay cosas que te penetran hasta el fondo del alma y por eso valen la pena..
sábado, 13 de septiembre de 2014
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