miércoles, 15 de enero de 2014

A veces ya no se el porqué de mis suspiros, me encuentro en un vaivén, en una montaña rusa desde donde todo parece ser incierto. ¿Hasta dónde puede llegar todo esto? De ser posible envíame un rayo de luz,  una señal divina que me haga sentir que estás ahí y que nunca me abandonas. Eres tan inestable que todo me parece absurdo, esta vez lo acepto. Aún y con la ventaja de ser perfecto, el universo ha dado sus vientos a los destinos equívocos y es por eso que te escribo,  para que me leas y no me esfume entre la arena y el olvido..

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